La tercera isla de Okinawa que hemos visitado ha sido Kume. Esta es la más pequeña de las tres y los principales atractivos están concentrados alrededor de Eef beach, por lo que nos hemos alojado en esta playa, y ya no ha sido necesario alquilar coche.

Eef beach es una playa batante espectacular, la mejor playa de la isla, y a pesar de tener un par de hoteles de tamaño medio, la playa ha estado siempre completamente vacía para nosotros. De vez en cuando algún japones desperdigado paseando, o haciendo snorkel, pero normalmente nadie. La pena es que de los 3 días y medio que hemos estado, sólo ha hecho buen tiempo un día, el primero (eso sí, un día espectacular), por lo que el resto no hemos piodido aprovechar mucho.

Uno de los dias de mal tiempo fuimos a ver el Tatami rock, que es una zona en la que se han formado unas rocas a raíz de una erupción de lava, que parecen uas baldosas  encajadas perfectamente unas con las otras. Bastante curioso.

Lo más espectacular que tiene Kume es Hatenohama, una lengua de arena blanca de varios km de longitud, a la que se llega en unos 15 minutos en barco. Pero no hemos ido porque  no nos ha hecho muy bueno, asique lo dejamos para la próxima visita y así poder verlo en su máximo esplendor.

Por el pueblo alrededor de Eef beach se veía bastante poca actividad por las calles, sobretodo por la noche. Aún así había unos cuantos restaurantes, que como casi siempre en Japón estaban riquísimos (al menos los que hemos probado). Sorprendentemente, luego dentro estaban bastante llenos y animados.

Y poco más podemos contar sobre Kume. Nos queda pendiente la visita a Hatenohama, y Eef beach da para repetir las veces que haga falta, así que no nos queda más remedio que volver 😊🤷‍♂️