R
ound
T
he
W
orld
N
oelia
A
lbert
Tras haber estado 4 días en Makassar, y podemos confirmar muchas de las cosas que habíamos leído por Internet sobre ella.
Es una ciudad que no es nada turística, apenas tiene un par de cosas que visitar, un fuerte (fort Rotterdam) de la época colonial holandesa, y una mezquita bastante curiosa. Y tampoco son nada del otro mundo.
Todo el que pasa por esta ciudad, normalmente es como parada necesaria hacia otros destinos de Indonesia. Y es que Makassar esta ubicada en el centro geográfico de Indonesia, y es la puerta de entrada a los principales sitios dentro de las regiones de Sulawesi, Molucas (nuestro destino final) y Papúa.
De todos modos, no todo es tan horrible, y como suele pasar cuando las expectativas son muy bajas, acaba siendo mejor de lo que uno se esperaba.
Es una ciudad bastante grande (1,5Mill habitantes), y como tal, se puede encontrar de todo, lo que antes de ir a sitios remotos, es de agradecer.
También hemos podido ver una ciudad indonesia auténtica, con muy poca influencia extranjera, ya que el resto de sitios que hemos estado hasta ahora, están orientados al turismo extranjero.
Y por último, y lo que más nos ha gustado ha sido la gastronomía. Hay un montón de marisquerías muy buenas, abarrotadas de gente local, a precios irrisorios. De todo lo que hemos probado, lo mejor han sido las almejas con salsa de ostras, buenísimas!! 😋😋También muy bueno el pescado a la brasa y como siempre la decepción han sido las gambas, con una pinta visualmente espectacular (que hace que cada cierto tiempo volvemos a caer en la tentación), pero bastante insípidas.
También cabe destacar los atardeceres que se ven desde cualquier punto de la ciudad... Muy impresionante y con unos colores anaranjados preciosos. El mejor sitio para verlo, el rooftop del hotel Meliá.
Estos días también hemos aprovechado para una puesta a punto antes de seguir el viaje. Hemos ido a la.pelu, al fisio....😋
La verdad que no lo hemos pasado nada mal, e igual a la vuelta, que tenemos que volver a pasar por aquí, nos quedamos algún día más.
Y ahora ya nos dirigimos a nuestro siguiente destino, las remotas y poco conocidas kei islands (muchos indonesios que nos preguntan a qué sitios vamos, ni siquiera saben de su existencia). A ver qué tal.